Lo primero y que hay que dejar claro, es la falta de compromiso por parte de los jugadores de cadetes que hace que hasta tres jugadores de infantiles tengan que jugar en cadetes para tener un solo cambio. Pero esto no es ninguna excusa para la denostable actuación, la falta de interés que demostraron los chicos en el partido. Hubiera entendido que estuvieran cansados en el minuto 30, pero en el minuto 10 ya no bajaban a defender. Chicos, tiarrones que pueden presumir de una altura y una fuerza extraordinaria que se dejan llevar por el campo. Un resultado lamentable y abultado que más se aproxima a un resultado de baloncesto que a uno de balonmano debería ser suficiente para espolear a estos chicos.
Estamos de acuerdo en que no van a ganar la liga, pero por lo menos su actitud debería ser la de jugar con ilusión y con ganas, para aprender, para gustarse ellos mismos. No se puede entender que una y otra vez nos roben balones en ataque y lleguen una y otra vez tres jugadores contrarios y ni un solo jugador nuestro haya cruzado el centro del campo, hasta 35 contraataques en un solo partido.
No se le pueden pedir milagros a un portero al que no se apoya y al que su dignidad le hizo aguantar y no salirse del campo ante la falta de "profesionalidad" de sus compañero. Su actitud descaradamente ausente del partido me augura un mal futuro.
Viendo los entrenamientos estos chicos puede hacer muchísimo más de lo que hicieron, pero la pregunta es ¿se atreverán a hacerlo? ¿Se atreverán a disfrutar jugando? Si no lo hacen, si la postura es esta me pregunto ¿Cuantos jugadores llegaran a Navidad?.
Este tipo de actitud frente a un partido hace más daño que el propio resultado. Quizás, y es solo mi opinión, se debería mentalizar a los jugadores que salgan a divertirse que no se preocupen en absoluto del resultado, que jueguen con la ilusión que han perdido, pero es solo una opinión.
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