Después de jugar el año pasado dos partidos tremendamente emocionantes con el Getasur, este año volvíamos a encontrarnos en el camino. Si bien es cierto que tenemos fichajes nuevos y chicos que ya están en cadetes, preveía un partido más igualado.
A favor del Getasur, decir que tiene unos jugadores con un porte enorme y que la media de su equipo debía superar al nuestro en más de 15 centímetros, aunque esto no es excusa para el partido tan, tan desastroso que jugamos.
Si bien es cierto que el Getasur no me pareció un equipo tan potente como pudiera parecer en el resultado final no menos cierto es que evidenció todos los defectos que tiene nuestro equipo. Más allá de las pocas ayudas que hubo en defensa, más allá de la falta de movilidad de los jugadores, más allá que el partido se acabó a los pocos minutos del inicio, más allá de todo eso seguimos con los mismos problemas en los chicos, no saben botar y correr a la vez, no juegan con los extremos y tienen una falta de potencia en el tiro, que comparada con los otros equipos es ya preocupante a estas alturas.
Uno de los grandes problemas que tenemos en ataque es básicamente en que jugamos con dos chicos menos, los extremos. ¿Que implica esto? Pues algo tan sencillo como que jugamos una y otra vez en inferioridad en ataque. Seguimos empeñándonos en entrar como tanques por el centro, recurso que cuando somos nosotros los grandes puede funcionar, pero cuando jugamos contra un equipo como el Getasur que son más fuertes que nosotros, es empeñarnos en luchar contra un muro. Pero si además no usamos los extremos terminamos jugando cuatro contra seis. Mientras tanto los extremos como meros espectadores de un partido.
Otro de los grandes problemas y relacionado con el anterior es la falta de dominio del balón, seguimos tirando los balones por alto aunque ahora hemos aprendido a hacer florituras como pasar sin mirar al compañero para perder balones. Un absurdo en mi manera de ver el balonmano ya que además de ser desesperante cuando lo hacen de forma continuada en un partido te exaspera, más cuando ves que no tienen otros recursos más efectivos.
Si seguimos sumando deberíamos añadir la poca potencia de tiro que tenemos, en la mayoría de los casos no hacemos tiros sino globitos que no presentan peligro alguno. Esto sigue como el año pasado solo que cada vez es más claro puesto que los otros equipos ya tiran duro.
Por último y sigue siendo recurrente la actitud de los chicos, no pueden bajar los brazos de la manera que lo hacen, ayer no solo no sujetaban a los jugadores contrarios sino que les hacían un pasillo una vez tras otra. Entrando desde el centro del campo iban sorteando hasta a cuatro jugadores ¿como es posible? no lo sé una vez sería comprensible, dos, tres, pero es que fueron por lo menos siete u ocho veces.
Esperar que este mal partido no sea la norma que nos espere en el futuro porque les hemos visto mucho mejores partidos en los que se han implicado más, en los que se han apoyado mucho más en defensa y en los que obviamente se han conseguido mejores resultados. En muchas ocasiones no importa tanto el ganar o perder sino como se hace y hoy, desde luego,
dejamos mucho que desear.
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